Nehemías 2: 18
En la era digital en la que vivimos, muchas veces nos encontramos creando perfiles que se usarán en diversas plataformas sociales, en la búsqueda de empleo, en expedientes médicos, entre otros. Al buscar la definición de perfil, podemos encontrar las siguientes: conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien y/o espacio virtual asociado a cada usuario de una red social. Al leer el pasaje considerado, no puedo evitar el preguntarme: ¿Cómo sería el perfil de Nehemías?
Nombre: Jehová consuela, porque la traducción de su nombre está impactada por la reconstrucción de los muros que brindarían la seguridad a sus compueblanos, lo que afirma la actividad de Dios en el mundo.
Profesión: líder político-militar, que fungía como copero del rey, como consejero del rey. Nehemías se encontraba en una posición privilegiada y de la cual nunca tomó ventaja, si no que desde allí bendijo a sus compueblanos.
Destrezas: oración, ayuno, paciencia, humildad y planificación, porque, al recibir la noticia dolorosa sobre su pueblo, decidió orar y ayunar para encomendarlo todo en las manos de Dios en vez de confiar en sus propias fuerzas o privilegios. Nehemías supo esperar pacientemente la respuesta de Dios, reconoció su dependencia de Dios en todo lo que se propuso y planificó la dirección de la reconstrucción.
Ubicación: las ruinas de los muros de la ciudad, trabajando, liderando y testificando con sus acciones el apoyo de Dios. Por esta razón, una de sus publicaciones definitivamente diría: “Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y todos me dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.”
Al ver este perfil pudiéramos pensar: “¿Y las oposiciones? ¿Y los conflictos? ¿Nunca llegaron?” ¡Claro que sí! Hubo burlas que pretendían socavar el ánimo de todos, pero la respuesta de Nehemías fue determinante: “El Dios del cielo nos ayudará a tener éxito.” De la misma manera, si tuviéramos la oportunidad de crear hoy un perfil propio, ¿qué diría? ¿Cuál sería nuestro nombre? ¿Cuáles serían nuestras destrezas? ¿Cuál sería nuestra ubicación?
¡Que podamos declarar como Nehemías: “La mano de Dios ha sido buena sobre mí”, para unidos continuar levantándonos a edificar, de manera que esforcemos nuestras manos para el bien!
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